Cuidado de mascotas geriátricas: guía completa para los “años dorados” de perros y gatos

M.V. Andrés Lema
M.V. Andrés Lema
17 nov 2025
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Cuidado de mascotas geriátricas: guía completa para los “años dorados” de perros y gatos

Así como las personas, los perros y gatos viven cada vez más años gracias a una mejor alimentación, medicina preventiva y cuidados en casa. Pero esa buena noticia trae un reto: entender qué necesita una mascota geriátrica y cómo acompañarla para que no solo viva más, sino que viva mejor.

En este artículo, uno de nuestros veterinarios de Le Santé Veterinaria responde –convertido en formato editorial– a las preguntas clave sobre geriatría veterinaria, prevención, nutrición, terapias complementarias y el rol del tutor en esta etapa tan especial.


1. ¿Qué le pasa al cuerpo de una mascota en la etapa geriátrica?

Con los años, el organismo de perros y gatos cambia profundamente. Entre los principales ajustes que impactan su calidad de vida están:

  1. Metabolismo más lento, lo que facilita el aumento de peso o, por el contrario, la pérdida de masa muscular si la dieta no se ajusta.
  2. Alteraciones hormonales como hipotiroidismo, hipertiroidismo o resistencia a la insulina, que pueden derivar en enfermedades endocrinas y diabetes.
  3. Debilidad muscular y menor tolerancia al ejercicio, que hacen que subir escaleras o saltar al sofá sea cada vez más difícil.
  4. Disminución de la eficiencia del corazón, aumentando el riesgo de enfermedad cardiaca.
  5. Cambios neurológicos y de comportamiento: desorientación, alteraciones del sueño, ansiedad o pérdida de aprendizajes previos.
  6. Degeneración progresiva de huesos, articulaciones, riñones y sistema inmunológico, que se traduce en dolor, rigidez, infecciones más frecuentes y menor capacidad para recuperarse.

Todos estos cambios, si no se detectan a tiempo, afectan directamente la calidad de vida del animal: duermen peor, se mueven menos, sienten más dolor y se vuelven más vulnerables a enfermedades graves.


2. Un enfoque interdisciplinario: el equipo detrás de un paciente senior

El cuidado de una mascota geriátrica idealmente no recae en un solo profesional. El modelo recomendado es interdisciplinario, con:

  1. Un veterinario general o internista que coordina la historia clínica, los exámenes y define qué especialistas se requieren.
  2. Medicina interna, que integra la visión global del paciente geriátrico (riñón, hígado, hormonas, sistema inmune, etc.).
  3. Cardiología, clave para evaluar cambios en el corazón y ajustar medicación, ejercicio y anestesia.
  4. Traumatología y ortopedia, para valorar la degeneración de huesos y articulaciones y diseñar planes de manejo del dolor y movilidad.
  5. Neurología, en casos de convulsiones, cambios de conducta o alteraciones neurológicas.
  6. Manejo del dolor (analgesia, rehabilitación, fisioterapia) y etología clínica para tratar ansiedad, trastornos del sueño y problemas conductuales asociados al envejecimiento.

Este trabajo en equipo permite un cuidado integral que no solo trata una enfermedad puntual, sino que acompaña al animal en todas las dimensiones de su salud.


3. Medicina preventiva y chequeos: la clave para ganar tiempo y calidad de vida

En geriatría, prevenir y detectar temprano vale oro. Los chequeos regulares pueden marcar la diferencia entre una enfermedad manejable y una crisis grave. Algunos ejemplos concretos:

  1. Un simple análisis de sangre puede detectar enfermedad renal meses antes de que aparezcan vómitos o pérdida de peso.
  2. La evaluación periódica del dolor, la movilidad y el bienestar permite instaurar a tiempo terapias analgésicas o rehabilitación, evitando pérdida de masa muscular y sufrimiento innecesario.
  3. Una palpación abdominal, radiografía o ecografía puede revelar masas internas o cambios articulares en etapas tempranas, cuando todavía hay muchas más opciones de tratamiento.

La medicina preventiva no solo prolonga la vida de la mascota senior: hace que esos años añadidos sean más cómodos, activos y felices.


4. Enfermedades crónicas frecuentes en mascotas mayores

Entre las condiciones que vemos con mayor frecuencia en pacientes geriátricos destacan:

  1. Trastornos hormonales como hipotiroidismo e hipertiroidismo.
  2. Resistencia a la insulina y diabetes.
  3. Debilidad muscular y sarcopenia (pérdida de masa magra).
  4. Enfermedades articulares degenerativas, como artrosis.
  5. Enfermedad renal crónica y alteraciones hepáticas.
  6. Compromiso progresivo del sistema inmunológico, con infecciones más frecuentes o difíciles de controlar.

Estas enfermedades suelen coexistir, por lo que el enfoque debe ser global y coordinado, no tratar cada problema de forma aislada.


5. Nutrición especializada: mucho más que “comida para viejitos”

La alimentación de un perro o gato senior no es un detalle menor; es una verdadera herramienta terapéutica. Una nutrición geriátrica adecuada ayuda a:

  1. Mantener la masa magra (músculo) y una energía equilibrada.
  2. Reducir la carga sobre órganos envejecidos como riñón, hígado y corazón, gracias a formulaciones específicas.
  3. Fortalecer el sistema inmunológico y apoyar la función cognitiva, ayudando a retrasar el deterioro mental.
  4. Mejorar apetito, digestión y confort general, evitando estreñimiento, gases o malestar digestivo.

Por eso es importante que el plan nutricional sea diseñado o validado por el veterinario tratante, tomando en cuenta enfermedades de base, peso, nivel de actividad y preferencias de la mascota.




6. Terapias alternativas y manejo del dolor crónico

En mascotas geriátricas, el dolor crónico es uno de los enemigos silenciosos más frecuentes. Aquí las terapias alternativas pueden jugar un rol clave, siempre bajo supervisión veterinaria:

  1. Fisioterapia y rehabilitación: ejercicios guiados, masajes, estiramientos, hidroterapia, que mejoran movilidad, fuerza y estabilidad.
  2. Otros recursos complementarios (como el uso de CBD veterinario en países donde está regulado) pueden ayudar a modular el dolor y la ansiedad.

Es fundamental entender que estas opciones no sustituyen la medicina convencional, sino que la complementan. Juntas crean un enfoque multimodal donde cuerpo, mente y entorno del paciente se alinean para mantener la mejor calidad de vida posible.


7. Salud dental: una puerta de entrada a enfermedades sistémicas

La odontología veterinaria en pacientes de edad avanzada es mucho más que “dientes limpios”:

  1. Una boca enferma es una fuente constante de bacterias que puede desencadenar o agravar problemas cardiacos, renales y hepáticos.
  2. Al tratar enfermedad periodontal y piezas dentales dañadas, se mejora la absorción de nutrientes, aumenta el apetito y se recupera peso corporal.
  3. Todo esto reduce el riesgo de infecciones sistémicas y contribuye a un mejor estado general.

Cuidar la boca de una mascota senior es invertir directamente en su salud global.


8. Tecnología al servicio de la geriatría veterinaria

La geriatría moderna se apoya cada vez más en herramientas tecnológicas:

  1. Inteligencia artificial integrada en equipos diagnósticos (tomógrafos, analizadores de sangre, microscopios, etc.) que ayuda a detectar enfermedades en fases más tempranas y con mayor precisión.
  2. Telemedicina veterinaria, que permite realizar consultas y seguimientos a distancia, reduciendo el estrés de traslados y facilitando el control de enfermedades crónicas.
  3. Dispositivos “wearables” o collares inteligentes, capaces de monitorizar actividad, ritmo cardíaco, sueño y temperatura en tiempo real, generando datos valiosos para ajustar tratamientos.

Estas tecnologías apoyan al equipo veterinario y al tutor en un monitoreo más cercano y cómodo del paciente geriátrico.


9. ¿Cómo pueden los tutores reconocer signos de envejecimiento?

Educar a las familias es parte esencial de la geriatría. Algunos signos de alarma que deben motivar una consulta especializada son:

  1. Menor actividad, cansancio fácil o rechazo al juego.
  2. Dificultad para subir escaleras, entrar al auto o saltar a la cama.
  3. Cambios en el apetito o en el peso (hacia arriba o hacia abajo).
  4. Alteraciones en el pelaje, la piel o el aliento.
  5. Cambios en hábitos de sueño, desorientación, ansiedad o irritabilidad.
  6. Aumento en la cantidad de agua que bebe o en la frecuencia de orina.
  7. Cojeras, rigidez al levantarse o quejidos al moverse.

Mientras antes se consulten estos cambios, más opciones habrá para mejorar la calidad de vida del animal.


Le Santé Veterinaria: un enfoque a domicilio para los años dorados

En Le Santé Veterinaria nos especializamos en ofrecer un servicio 100% a domicilio, con la misma calidad y seguridad de una clínica convencional, pero con ventajas claras para las mascotas senior:

  1. Menos estrés al evitar traslados, salas de espera y entornos desconocidos.
  2. Evaluación en un ambiente seguro y familiar, donde el animal se siente más confiado.
  3. Coordinación con laboratorios especializados que utilizan tecnologías innovadoras para obtener resultados confiables y detectar a tiempo problemas en riñones, hígado, páncreas y otros órganos.
  4. Acceso a ecografía y radiografía con especialistas, para diagnosticar de forma temprana tumores, enfermedades degenerativas de huesos y articulaciones u otras patologías internas.
  5. Servicios de telemedicina que facilitan los controles, especialmente en pacientes con movilidad limitada o enfermedades crónicas.

Nuestro objetivo es acompañar a cada perro y gato en sus “años dorados” con un enfoque integral: medicina preventiva, diagnóstico temprano, manejo del dolor, soporte emocional al tutor y, sobre todo, máximo bienestar en casa.





Artículo creado por


Médico veterinario a cargo del área general en Le Santé. Ecuador.

M.V. Andrés Lema

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