Perros de intervención en Ecuador: el enfoque de Bocalán para transformar vidas con respeto, ciencia y vínculo

Salomé Arcos
Salomé Arcos
29 nov 2025
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Perros de intervención en Ecuador: el enfoque de Bocalán para transformar vidas con respeto, ciencia y vínculo

Perros de intervención en Ecuador: cómo trabaja Bocalán para transformar vidas

En los últimos años, las Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) han cobrado fuerza en Ecuador como una herramienta terapéutica, educativa y social de enorme impacto. Entre las organizaciones que lideran este trabajo se encuentra Fundación Bocalán Ecuador, que combina entrenamiento canino especializado, enfoque clínico y un profundo respeto por el bienestar animal.

Conversamos con Salomé Arcos, Psicóloga Clínica del Departamento de Psicología de Bocalán Ecuador, para entender cómo se forma un perro de intervención, qué profesionales participan y qué resultados se están viendo en personas y comunidades.


Dos líneas de trabajo: educación canina e intervenciones asistidas


1. “Entrena tu perro en casa”: educación respetuosa para todo público

La primera línea de trabajo de Bocalán Ecuador está dirigida a cualquier persona que quiera entender mejor a su perro y educarlo sin castigos ni violencia. Este programa se llama “Entrena tu perro en casa” y se apoya en tres pilares:

  1. Conocimiento: origen y evolución del perro, bases del comportamiento, características según raza o mezcla y legislación ecuatoriana sobre tenencia y acceso.
  2. Vínculo: la relación tutor–perro como base del aprendizaje.
  3. Salud mental del guía: módulos especializados en autoconocimiento, manejo emocional y tolerancia a la frustración.

La premisa es clara:

Si el tutor se frustra, el vínculo con el perro se debilita y el aprendizaje se dificulta.

Por eso, el programa se centra en refuerzo positivo, comunicación clara y herramientas prácticas para mejorar la convivencia diaria, sin necesidad de experiencia previa.


2. Intervenciones Asistidas con Animales (IAA): formación profesional

La segunda línea está orientada a profesionales que buscan integrar al perro como recurso terapéutico o educativo. Aquí se trabajan:

  1. Principios de conexión y manejo respetuoso.
  2. Selección del perro según el tipo de intervención.
  3. Entrenamiento en comandos básicos y avanzados.
  4. Lineamientos éticos y de bienestar animal.
  5. Trabajo en equipos multidisciplinarios: psicólogos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, educadores, guías caninos y otros.

El objetivo es que los participantes estén capacitados para diseñar y ejecutar intervenciones de calidad en instituciones de salud, educación, rehabilitación o proyectos comunitarios.


De la selección al trabajo en campo: el proceso de entrenamiento

En Bocalán Ecuador, todo el proceso gira alrededor de la dupla perro–guía. No se entrena solo al perro, ni solo al profesional: se construye una pareja de trabajo con un vínculo sólido, respetuoso y consciente.


1. Selección del guía y alineación de valores

El proceso comienza con una entrevista al futuro guía, donde se asegura que sus valores estén alineados con los de la Fundación:

  1. No uso de métodos aversivos.
  2. Respeto por el perro como ser sintiente.
  3. Apertura a desaprender estilos de adiestramiento tradicionales basados en castigo.

2. Desarrollo personal del guía

Antes de entrenar al perro, el guía trabaja en sí mismo. Se fortalecen habilidades como:

  1. Autoconocimiento.
  2. Manejo emocional.
  3. Comunicación efectiva.
  4. Tolerancia a la frustración.
  5. Trabajo en equipo.

Las reacciones del guía impactan directamente en la conducta del perro y en la calidad de las intervenciones.

3. Conocimiento profundo del perro

Luego, el guía comienza a trabajar con su propio perro. Se analizan:

  1. Raza o mezcla y sus tendencias conductuales.
  2. Nivel de aprendizaje y motivación.
  3. Reforzadores preferidos (comida, juego, caricias, voz).
  4. Estilo de energía y conducta natural.

Con esta información se decide en qué tipo de población puede trabajar mejor el perro. Razas como Golden Retriever y Labrador son frecuentes por su equilibrio, sociabilidad e inteligencia, pero también se trabaja con mestizos que cumplan los criterios de salud y temperamento.

4. Bienestar integral como condición de trabajo

Antes de pensar en “comandos”, Bocalán revisa que el perro tenga una vida plena:

  1. Vacunas y desparasitación al día.
  2. Cuidado de piel, pelaje y salud general.
  3. Alimentación adecuada.
  4. Paseos, descanso y espacios de juego.

Solo un perro equilibrado física y emocionalmente puede trabajar sin comprometer su bienestar.

5. Vínculo y “contrato” entre guía y perro

Para fortalecer la conexión, se establece un “contrato” de reforzador: se define qué es lo que más motiva al perro (comida, pelota, caricias, etc.) y se incorpora el uso del clicker, un sonido neutro que permite marcar conductas con precisión, sin la carga emocional de la voz humana.

6. Entrenamiento basado en ciencia

Bocalán utiliza modelos de aprendizaje validados desde la psicología y la etología:

  1. Condicionamiento clásico.
  2. Condicionamiento operante.

Se trabajan conductas básicas (sentado, echado, espera, caminar con calma, entrar a espacios, bajar del auto, permanecer quieto durante la intervención) y conductas avanzadas (cobro de objetos, paso de obstáculos, respuestas específicas según la terapia o actividad).

7. Desensibilización y habituación

El perro se expone de forma progresiva a los estímulos que encontrará en su trabajo:

  1. Sonidos intensos.
  2. Movimientos bruscos.
  3. Diferentes tipos de contacto físico.
  4. Ambientes con distinta carga sensorial (hospitales, escuelas, organizaciones, empresas).

La meta es que pueda desempeñarse con seguridad, sin miedo ni estrés excesivo.

8. Entrenamiento in situ y evaluación continua

Los entrenamientos se realizan casi a diario, tanto en espacios controlados como en los lugares reales donde después se intervendrá. Todo se registra mediante fichas técnicas con indicadores específicos, lo que permite ajustar el proceso según la evolución de cada perro.

¿A quiénes acompañan estos perros de intervención?

Cada perro se especializa según su temperamento, nivel de energía, motivación y estilo de aprendizaje. En Fundación Bocalán Ecuador trabajan con:

  1. Personas con discapacidad intelectual.
  2. Personas con discapacidad física o movilidad reducida.
  3. Usuarios en rehabilitación física, de la mano de fisioterapeutas.
  4. Niños, adolescentes y adultos neurodivergentes (autismo, TDAH, entre otros).
  5. Personas con síndrome de Down.
  6. Personas con trastornos de salud mental (ansiedad, depresión, bipolaridad, etc.).
  7. Personas con adicciones.
  8. Pacientes en instituciones hospitalarias.
  9. Equipos de trabajo en empresas y organizaciones.

Ajustar el perro al perfil de la persona usuaria

No todos los perros son aptos para todas las poblaciones. La adaptación se hace así:

  1. Perros muy sociables y juguetones → trabajo con niños, personas neurodivergentes o usuarios que requieren estimulación emocional y sensorial.
  2. Perros calmos, obedientes y tolerantes al entorno clínico → hospitales y centros de salud.
  3. Perros con alta motivación física y buena coordinación → procesos de rehabilitación motora.
  4. Perros equilibrados y sensibles → acompañamiento en salud mental y procesos emocionales complejos.

El objetivo es que el perro trabaje en el entorno donde se sienta bien y pueda ayudar más, garantizando intervenciones éticas, seguras y efectivas.


El perro como co-terapeuta: rol e impacto en las IAA

En las Intervenciones Asistidas con Animales, el equipo canino tiene un rol estructurado y planificado. No se trata de “llevar un perrito para animar”, sino de integrarlo dentro de un objetivo clínico, educativo o psicosocial concreto.


Rol del perro según el tipo de intervención

  1. Terapia asistida con animales (TAA)
  2. El perro actúa como mediador emocional. Facilita la expresión de afectos, reduce la ansiedad, favorece la regulación emocional, estimula el autocuidado y sirve de puente para trabajar metas terapéuticas definidas por el profesional.
  3. Educación asistida con animales (EAA)
  4. Aumenta la motivación y la atención, promueve la participación en tareas académicas y fortalece habilidades socioemocionales como la empatía, la tolerancia y la cooperación. También ayuda a disminuir conductas disruptivas.
  5. Actividades asistidas con animales (AAA)
  6. Genera bienestar, socialización e interacción positiva en hospitales, fundaciones, centros comunitarios, empresas y otros espacios.

Cómo se mide el impacto en los participantes

El impacto de estas intervenciones no se deja “a la intuición”. Se evalúa con herramientas concretas:

  1. Fichas técnicas de cada sesión
  2. Se registran indicadores como participación, regulación emocional, atención sostenida, conductas adaptativas e interacción con el perro y con el profesional.
  3. Indicadores conductuales y emocionales
  4. Se observan cambios en niveles de ansiedad, iniciativa, contacto visual, disposición a colaborar, autoestima y autonomía.
  5. Reportes de profesionales referentes
  6. Psicólogos, docentes, fisioterapeutas y otros especialistas informan sobre la evolución de sus pacientes o estudiantes según los objetivos definidos.
  7. Retroalimentación de familias e instituciones
  8. En la niñez, adultos mayores o usuarios crónicos, las observaciones de cuidadores y responsables son clave para validar cambios fuera del espacio de sesión.


Selección y retos en el entrenamiento de perros de intervención en Ecuador

El escenario ideal de selección

En un mundo ideal, los perros de intervención provendrían de:

  1. Líneas genéticas específicas para asistencia o terapia.
  2. Padres con historial conductual estable y temperamento equilibrado.
  3. Criaderos regulados que garanticen salud y socialización temprana.

En Ecuador, este estándar aún es un camino en construcción, con desafíos en regulación y costos.


Criterios de selección en la práctica

Fundación Bocalán Ecuador prioriza:

  1. Temperamento: estabilidad emocional, sociabilidad, tolerancia a la manipulación, curiosidad sin ansiedad, confianza y capacidad de mantener la calma.
  2. Salud: vacunas, desparasitación, ausencia de enfermedades crónicas, buen estado locomotor y dermatológico.
  3. Socialización e imprinting: exposición temprana, segura y progresiva a distintas personas, entornos y estímulos.
  4. Características funcionales: más que la raza, importa que el perro tenga motivación, apetito regulado, temperamento amable, buena capacidad de aprendizaje y equilibrio entre energía y calma.

Principales retos del entrenamiento

  1. Variabilidad genética y temperamental cuando no se cuenta con líneas específicas.
  2. Falta de estímulos adecuados en la etapa temprana de algunos perros.
  3. Perros con exceso o déficit de energía que requieren planes muy personalizados.
  4. Ambientes laborales complejos (hospitales, escuelas, empresas) con alta carga sensorial.
  5. Prevención del estrés y del agotamiento emocional del perro.

En todos los casos, Bocalán prioriza el bienestar del perro por encima de cualquier intervención.

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Profesionales formados para trabajar con perros… y con personas

La calidad y seguridad de las Intervenciones Asistidas con Animales dependen tanto del perro como de los profesionales. Por eso, la Fundación Bocalán Ecuador conforma y capacita equipos en los que participan:

  1. Adiestradores caninos.
  2. Veterinarios.
  3. Psicólogos clínicos.
  4. Fisioterapeutas.
  5. Terapeutas ocupacionales.
  6. Etólogos.
  7. Pedagogos.
  8. Abogados, entre otros.

La formación incluye temas como bienestar animal, ética, manejo emocional, diseño de sesiones, protocolos de seguridad y trabajo interdisciplinario. La idea fuerza es clara:

Antes que profesionales, debemos ser seres humanos sensibles, éticos y responsables. Los perros no son herramientas: son compañeros de trabajo que merecen respeto, cuidado y dignidad.


Historias de éxito: cuando un perro abre puertas que parecían cerradas

En su trabajo diario, Bocalán Ecuador ha visto numerosos casos que reafirman la potencia de las intervenciones asistidas con perros:

  1. Niños y adolescentes dentro del espectro autista que mejoran su sociabilización, comunicación funcional y motricidad gracias al vínculo con el perro.
  2. Niños que han vivido violencia o trauma y encuentran en el perro una figura segura con la que pueden volver a confiar y expresar emociones.
  3. Pacientes hospitalizados, especialmente niños, que muestran mejor ánimo, menos ansiedad y mayor cooperación durante procedimientos médicos.
  4. Equipos de salud, donde la presencia del perro contribuye a reducir el desgaste emocional y el estrés laboral.
  5. Una fundación que trabaja con niños con discapacidad física e intelectual, donde se han observado avances profundos en movilidad, autonomía y conexión emocional.

Estas experiencias no son anécdotas aisladas: son evidencia de que, cuando se combina ciencia, ética y cariño, un perro puede convertirse en un aliado clave para transformar vidas.


Sigue con más contenido en: Cuidado de mascotas geriátricas: guía completa para los “años dorados” de perros y gatos


Artículo creado por

29 nov 2025

Psicóloga Clínica

Departamento de psicología

Bocalán Ecuador

Salomé Arcos

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